sábado, 4 de marzo de 2006

Oscar, del bostezo a la polémica

Querida Mara:

El ser humano es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra. El dicho se queda corto y, parafraseando aquella canción de Sabina con la que nos dieron las 10 y las 11 y las 12, tropezamos dos veces y tres y cuatro… hasta la terquedad infinita.

Así pues, en la madrugada del domingo al lunes, como en años pasados acomodaré el sofá para una larga velada bien pertrechado de cafetera y pinchos variados para tragarme la ceremonia de los Oscar. ¿No te suenan? Sí, Mara, ya sabes, la versión americana de los Goya españoles.

Pasarela del glamour para unos, tedio absoluto para muchos. No sé por qué me empeño en infligirme semejante castigo. Semejante maratón de estatuillas aburre al más pintado. Nos lo venden como un espectáculo para cinéfilos pero, qué quieres que te diga, una Academia que le niega el pan y la sal a un dios como Scorsese, espera a ‘El color del dinero’ para premiar a Newman y prefiere los gallitos de Banderas a los acordes de Drexler merece poco crédito.

En estos días en los que se habla más de trapos que de celuloide, sin embargo, la singularidad de las películas candidatas está dando más juego que las ediciones rendidas a la versión para consola de ‘El señor de los anillos’.

‘Brokeback Mountain', la peli de los vaqueros gays que pudimos ver en primicia en Seminci, ha derretido las mentes más pejigueras del líder mundial de las libertades. Fíjate si es potencia en esto, que ha exportado franquicia a Guantánamo, Irak, Afganistán… En fin, que ver a los sucesores de John Wayne dándose el pico en las montañas de los pioneros pues ha provocado más de un patatús. Ya sabes, es más honesto rodar Rambo que una de amor.

Total, que se debe estar armando una buena por EE.UU. Clooney se lanza declarando que su soso Batman era homosexual -eso explica lo de Robin- y a la actriz que comparte pantalla con los cowboys, Michelle Williams, su colegio, la Escuela Cristiana de Santa Fe en San Diego, la ha repudiado por promover, cito, “un estilo de vida que nosotros no aprobamos”. A lo mejor habrían preferido ver a los dos muchachotes partiéndose la cara.

Buenas noches

A todo esto, otra de las nominadas, ‘Buenas noches y Buena suerte’ nos refresca la memoria del macarthismo y la caza de brujas. Viéndola, pegado a la butaca, las décadas parecen haberse congelado. Aquella pesadilla no nos vacunó sino que se ha globalizado. Todo el mundo es sospechoso y el estado de derecho se convierte en un frágil edificio de cristal. Confiemos en que algún periodista recuerde que su profesión va más allá de recoger las declaraciones del político de turno y apueste por objetivar la verdad, si es posible, en estos tiempos inciertos.

Por estos títulos merecería la pena el atracón de palomitas, aunque ¿sabes lo que haré? Si Woody Allen prefiere perder el tiempo machacando su clarinete en un tugurio mientras sus colegas se miran el ombligo, yo me iré a dormir que el lunes es día de escuela. Si me hubieran invitado a una fiesta en la mansión de Jack Nicholson, sería otro cantar.

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